¿POR QUÉ ESTUDIAR LA BIBLIA ?
¿Usted soslaya la Biblia? Quizá la Biblia fue parte de su pasado, pero lleva años en un armario almacenando polvo. Quizá usted ha intentado leerla y se ha rendido. Puede que usted diga: “La Biblia me da sueño. Apenas la entiendo. ¿Realmente hará algo por mí?” La respuesta breve es ¡sí! La Biblia puede cambiar su vida.
Demos marcha atrás a esa pregunta por un minuto y consideremos qué es la Biblia. “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida.” (2 Timoteo 3:16). Esto significa que el mensaje de la Biblia proviene del mismo Dios. Para comprender qué clase de libro es la Biblia necesitamos dar un vistazo a quién es Dios.
Dios es el creador y gobernador del universo. Él creó toda la humanidad y es Dios quien define las leyes morales que rigen la humanidad. Él está muy cerca de nosotros en su cuidado y atención, y no obstante está mucho más allá en su sabiduría y poder. No hay nadie como él. No es casualidad que la gente le llame la Santa Biblia. Como excelente comunicación de parte de nuestro Rey misterioso y todopoderoso, es sagrada escritura. Por ese solo motivo merece nuestro respeto y atención.
La Biblia fue escrita para nuestro beneficio, y nos beneficia de varias maneras. Por una parte, puesto que es la palabra de Dios mismo la Biblia es una fuente de verdad. De hecho es la vara de medir de la verdad. Nos da un ancla para que no nos perdamos en el mar de la opinión pública. La verdad que revela trata principalmente sobre Dios y nuestra relación con él. Con este conocimiento somos capaces de amarlo, servirlo y adorarlo.
La Biblia también nos proporciona la verdad a un nivel muy personal. Nos da principios por los cuales vivir, dirección para nuestras decisiones cotidianas y motivación para seguir los caminos de Dios. En ese sentido la Biblia no es pasiva como muchos otros libros. Tiene la capacidad de cambiarnos. “Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos” (Hebreos 4:12).
Las Escrituras es clave para el crecimiento y la vitalidad espiritual. En el Salmo 1 el salmista escribe sobre los verdaderos creyentes: “They delight in the law of the Lord, meditating on it day and night. They are like trees planted along the riverbank, bearing fruit each season. Their leaves never wither, and they prosper in all they do” (Salmo 1:2-3).
Debemos alimentar nuestro espíritu con la misma regularidad con que alimentamos nuestro cuerpo. Si no lo hacemos, corremos el peligro de padecer desnutrición espiritual. Permita que los artículos y estudios de este sitio web sean su guía para vivir una vida alimentada con la palabra de Dios.
Demos marcha atrás a esa pregunta por un minuto y consideremos qué es la Biblia. “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida.” (2 Timoteo 3:16). Esto significa que el mensaje de la Biblia proviene del mismo Dios. Para comprender qué clase de libro es la Biblia necesitamos dar un vistazo a quién es Dios.
Dios es el creador y gobernador del universo. Él creó toda la humanidad y es Dios quien define las leyes morales que rigen la humanidad. Él está muy cerca de nosotros en su cuidado y atención, y no obstante está mucho más allá en su sabiduría y poder. No hay nadie como él. No es casualidad que la gente le llame la Santa Biblia. Como excelente comunicación de parte de nuestro Rey misterioso y todopoderoso, es sagrada escritura. Por ese solo motivo merece nuestro respeto y atención.
La Biblia fue escrita para nuestro beneficio, y nos beneficia de varias maneras. Por una parte, puesto que es la palabra de Dios mismo la Biblia es una fuente de verdad. De hecho es la vara de medir de la verdad. Nos da un ancla para que no nos perdamos en el mar de la opinión pública. La verdad que revela trata principalmente sobre Dios y nuestra relación con él. Con este conocimiento somos capaces de amarlo, servirlo y adorarlo.
La Biblia también nos proporciona la verdad a un nivel muy personal. Nos da principios por los cuales vivir, dirección para nuestras decisiones cotidianas y motivación para seguir los caminos de Dios. En ese sentido la Biblia no es pasiva como muchos otros libros. Tiene la capacidad de cambiarnos. “Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos” (Hebreos 4:12).
Las Escrituras es clave para el crecimiento y la vitalidad espiritual. En el Salmo 1 el salmista escribe sobre los verdaderos creyentes: “They delight in the law of the Lord, meditating on it day and night. They are like trees planted along the riverbank, bearing fruit each season. Their leaves never wither, and they prosper in all they do” (Salmo 1:2-3).
Debemos alimentar nuestro espíritu con la misma regularidad con que alimentamos nuestro cuerpo. Si no lo hacemos, corremos el peligro de padecer desnutrición espiritual. Permita que los artículos y estudios de este sitio web sean su guía para vivir una vida alimentada con la palabra de Dios.
ESCRITURA:
Primera Pedro 1:24-25: “Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre.”
Primera Pedro 1:24-25: “Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre.”
La Biblia es la indiscutible, incorruptible, indestructible e indispensable Palabra de Dios. Nadie puede discutir con ella. Nada puede corromperla, ni destruirla, ni reemplazarla como la fuente de vida. El fallecido Dr. Robert G. Lee, un gran predicador de la generación pasada, dijo lo siguiente referente a la Biblia: “Todos sus enemigos no han podido hacerle ni un hoyo a su santo vestuario, ni robar una flor de su maravilloso jardín, ni diluir la miel de su abundante panal, ni romper una de las mil cuerdas de su arpa, ni ahogar una dulce palabra en tinta pagana.”
Exprésele a Dios cuánto ha cambiado su vida a causa de su Palabra. Reúnase con un grupo de amigos o con su familia para platicar acerca de las formas en que Dios ha ministrado su vida a través de su Palabra.
UTILIZACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS.
El uso de la Palabra de Dios
Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Deuteronomio 6:6-7
El crecimiento espiritual no puede ocurrir sin el aprendizaje regular de la Palabra de Dios, así como el crecimiento físico no puede ocurrir sin la ingestión regular de alimentos. ¡Por eso comer es una necesidad diaria! Ir a la iglesia el domingo para oír un mensaje y luego esperar que eso sea suficiente para toda la semana es como cenar el domingo y esperar que eso lo sostenga a uno hasta el domingo siguiente. Usted necesita comer todos los días de la semana. Lo mismo puede decirse de lo espiritual: debe haber una alimentación diaria de la Palabra de Dios para el óptimo crecimiento.
Los cristianos de experiencia saben que hay incluso mayor gloria en dar la Palabra que en alimentarse de ella. Cuando usted predica la Palabra, la está cimentando en su propia vida. De esa manera, se vuelve realidad el dicho "Cuanto más se da, tanto más se tiene". He descubierto que tiendo a recordar lo que enseño a los demás, pero olvido lo que leo y nunca enseño. Así que dele prioridad a enseñar a otros lo que está aprendiendo de la Palabra de Dios cada día.
ELEMENTOS DEL ESTUDO BÍBLICO
El estudio bíblico se reduce a los siguientes puntos básicos:
Biblia – Podría parecer obvio, pero es fundamental tener una Biblia abierta cuando usted estudie. Es útil tener al menos dos versiones diferentes de la Biblia, abiertas en el mismo pasaje. Los que hablan y leen en español tienen el regalo inapreciable de múltiples traducciones de las Escrituras. Esto a menudo puede ayudarle a tener una visión nueva, a partir de la manera diferente en que se manejan términos específicos.
Por ejemplo, en una versión usted puede leer Efesios 3:17a de esta manera: “para que por fe Cristo habite en sus corazones” (Nueva Versión Internacional), y luego ir a la Nueva Traducción Viviente, y leer: “Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él”. Comparar las versiones le permite percibir la profundidad del enunciado de Pablo.
Actitud – La receptividad y la atención son cruciales para aquellos que quieren beneficiarse con el estudio de la Biblia. Esto significa que uno abra la Biblia esperando que la palabra de Dios le hable y que estemos dispuestos a poner en práctica lo aprendido. Aquellos que leen la Biblia con una actitud indiferente, sin esperar aprender nada, rara vez quedan contrariados. Pero Dios recompensa la curiosidad, el anhelo, las preguntas y la franqueza hacia él.
Una de las mejores maneras de controlar su actitud es orar antes de estudiar la Biblia. Pídale a Dios que abra sus ojos, su mente y su corazón a medida que lee y piensa en su Palabra. Pídale a Dios que le señale cualquier barrera que pudiera impedirle aprender, y luego espere un momento en silencio para permitirle a Dios responder su oración. Abra su Biblia con expectación.
Sistema – Con el paso de los siglos los seguidores de Jesús han desarrollado muchos métodos para leer y estudiar la Biblia. La disciplina de estudiar la Biblia es más sistemática que la práctica muy beneficiosa de leerla como inspiración diaria. El estudio de la Biblia es metódico, deliberado y lleva tiempo. La lectura diaria de la Biblia es muy similar a ingerir comida rápida nutritiva, mientras que el estudio bíblico se asemeja a una comida completa. Ambos tipos de nutrición espiritual tienen su lugar.
Un sistema pudiera implicar utilizar una computadora portátil o un diario para llevar notas. Otro sistema pudiera involucrar utilizar una guía o manual ya preparado. Un estudio bíblico debe implicar varias lecturas del pasaje y quizá subrayar textos importantes. Tenga en cuenta un lista de las cosas que usted quiere observar mientras lee: verbos (donde se ocultan los mandamientos), personas (donde se ocultan las lecciones para la vida), características del carácter (donde se ocultan los ejemplos), y asuntos extraños que pudieran provocar una buena pregunta. Los pasajes conocidos requieren incluso más atención, no menos. (Por ejemplo, 1 Corintios 13:13 enumera tres cosas: “la fe, la esperanza y el amor”, y nos informa que “la mayor de las tres es el amor”. ¿Por qué el amor es la mayor de las tres?) Entonces busque respuestas en el contexto del versículo o del pasaje.
Escoja un sistema o método para el estudio bíblico y utilícelo durante un tiempo. Desarrolle la habilidad de analizar varios pasajes de la misma manera, entrenándose a ser observador y pensativo. Hay muchas herramientas disponibles (ver el artículo “Herramientas de estudio” en este sitio web) para ayudarle a responder preguntas comunes y evitar errores causados por la falta de conocimiento de lo que enseña el resto de la Biblia. Hay muchas guías de estudio con bosquejos ya preparados (como los Life Application Bible Studies [Estudios bíblicos de aplicación para la vida] de Tyndale Publishers) que usted puede utilizar para facilitar su estudio. Otras herramientas como los diccionarios bíblicos, las concordancias y los comentarios le ayudarán a situar la información sobre el contexto y ampliar su comprensión.
Participación – La Biblia es “viva y poderosa” (Hebreos 4:12). La palabra de Dios hablará a su vida. Involúcrese. Esté listo a obedecerla. Si usted se sorprende pensando principalmente en cómo los pasajes se aplican a las vidas de otros, es probable que no esté prestando atención suficiente.
Confianza – La Biblia es la palabra de Dios, así que usted puede confiar en que es verdadera y correcta. Será su guía y compañera para la vida. No espere comprenderlo todo al principio. Será poco a poco. No se preocupe porque esas partes que usted sí entiende serán suficientes para mantenerle ocupado haciendo estudios bíblicos durante mucho tiempo.
Biblia – Podría parecer obvio, pero es fundamental tener una Biblia abierta cuando usted estudie. Es útil tener al menos dos versiones diferentes de la Biblia, abiertas en el mismo pasaje. Los que hablan y leen en español tienen el regalo inapreciable de múltiples traducciones de las Escrituras. Esto a menudo puede ayudarle a tener una visión nueva, a partir de la manera diferente en que se manejan términos específicos.
Por ejemplo, en una versión usted puede leer Efesios 3:17a de esta manera: “para que por fe Cristo habite en sus corazones” (Nueva Versión Internacional), y luego ir a la Nueva Traducción Viviente, y leer: “Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él”. Comparar las versiones le permite percibir la profundidad del enunciado de Pablo.
Actitud – La receptividad y la atención son cruciales para aquellos que quieren beneficiarse con el estudio de la Biblia. Esto significa que uno abra la Biblia esperando que la palabra de Dios le hable y que estemos dispuestos a poner en práctica lo aprendido. Aquellos que leen la Biblia con una actitud indiferente, sin esperar aprender nada, rara vez quedan contrariados. Pero Dios recompensa la curiosidad, el anhelo, las preguntas y la franqueza hacia él.
Una de las mejores maneras de controlar su actitud es orar antes de estudiar la Biblia. Pídale a Dios que abra sus ojos, su mente y su corazón a medida que lee y piensa en su Palabra. Pídale a Dios que le señale cualquier barrera que pudiera impedirle aprender, y luego espere un momento en silencio para permitirle a Dios responder su oración. Abra su Biblia con expectación.
Sistema – Con el paso de los siglos los seguidores de Jesús han desarrollado muchos métodos para leer y estudiar la Biblia. La disciplina de estudiar la Biblia es más sistemática que la práctica muy beneficiosa de leerla como inspiración diaria. El estudio de la Biblia es metódico, deliberado y lleva tiempo. La lectura diaria de la Biblia es muy similar a ingerir comida rápida nutritiva, mientras que el estudio bíblico se asemeja a una comida completa. Ambos tipos de nutrición espiritual tienen su lugar.
Un sistema pudiera implicar utilizar una computadora portátil o un diario para llevar notas. Otro sistema pudiera involucrar utilizar una guía o manual ya preparado. Un estudio bíblico debe implicar varias lecturas del pasaje y quizá subrayar textos importantes. Tenga en cuenta un lista de las cosas que usted quiere observar mientras lee: verbos (donde se ocultan los mandamientos), personas (donde se ocultan las lecciones para la vida), características del carácter (donde se ocultan los ejemplos), y asuntos extraños que pudieran provocar una buena pregunta. Los pasajes conocidos requieren incluso más atención, no menos. (Por ejemplo, 1 Corintios 13:13 enumera tres cosas: “la fe, la esperanza y el amor”, y nos informa que “la mayor de las tres es el amor”. ¿Por qué el amor es la mayor de las tres?) Entonces busque respuestas en el contexto del versículo o del pasaje.
Escoja un sistema o método para el estudio bíblico y utilícelo durante un tiempo. Desarrolle la habilidad de analizar varios pasajes de la misma manera, entrenándose a ser observador y pensativo. Hay muchas herramientas disponibles (ver el artículo “Herramientas de estudio” en este sitio web) para ayudarle a responder preguntas comunes y evitar errores causados por la falta de conocimiento de lo que enseña el resto de la Biblia. Hay muchas guías de estudio con bosquejos ya preparados (como los Life Application Bible Studies [Estudios bíblicos de aplicación para la vida] de Tyndale Publishers) que usted puede utilizar para facilitar su estudio. Otras herramientas como los diccionarios bíblicos, las concordancias y los comentarios le ayudarán a situar la información sobre el contexto y ampliar su comprensión.
Participación – La Biblia es “viva y poderosa” (Hebreos 4:12). La palabra de Dios hablará a su vida. Involúcrese. Esté listo a obedecerla. Si usted se sorprende pensando principalmente en cómo los pasajes se aplican a las vidas de otros, es probable que no esté prestando atención suficiente.
Confianza – La Biblia es la palabra de Dios, así que usted puede confiar en que es verdadera y correcta. Será su guía y compañera para la vida. No espere comprenderlo todo al principio. Será poco a poco. No se preocupe porque esas partes que usted sí entiende serán suficientes para mantenerle ocupado haciendo estudios bíblicos durante mucho tiempo.
LA BIBLIA EL LIBRO MAS MARAVILLOSO: EL VALOR DE ESTUDIARLA
EL VALOR DE ESTUDIAR LA BIBLIA"Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero… que usa bien la palabra de verdad" 2 Timoteo 2:15
El internacionalmente aclamado violinista Midori cree que la práctica concentrada y diligente es la clave para una buena ejecución. Mientras cumplía un riguroso calendario de 90 conciertos por año, igualmente ensayaba 5 ó 6 horas por día. Jane Ammeson, periodista de una importante revista, citó estas palabras de Midori: «Tengo que practicar para mi trabajo y lo hago todos los días. En realidad, lo importante no es la cantidad de horas, sino la calidad del trabajo que hay que hacer.».
Este mismo principio se aplica a nuestro andar en la fe. Pablo le escribió a Timoteo: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad» (2 Timoteo 2:15). Diligencia implica un esfuerzo constante y serio, lo opuesto a un enfoque descuidado y desatento. Abarca todos los aspectos de nuestra relación con Dios.
Así como un músico procura la excelencia, nosotros también debemos desear aprender, estudiar las verdades de Dios para que ellas renueven nuestro entendimiento, cambien nuestro corazón y transformen nuestro ser. No tenemos que olvidar que aun poseemos la vieja naturaleza y por eso tenemos viejo corazón, mente y voluntad los cuales se rebelan a Dios. Debido a esto es que necesitamos la Palabra de Dios para que ella nos trasforme la manera de pensar, sentir y actuar.
También necesitamos la Escritura para ser sabios, tener mejores principios bíblicos, y para que ella apruebe las decisiones diarias que tomamos. Si logramos esto seremos mejores creyentes, maduros y cumpliremos la meta suprema del cristiano, ser parecidos a Cristo. Ahora le pregunto ¿Necesita usted cambios en su vida, en su carácter y en su manera de pensar? Seguro que sí, al igual que yo los necesito.
¿Está siendo diligente al estudiar, orar y escuchar al Señor diariamente? ¿Está aprovechando su tiempo, su juventud o las oportunidades que Dios le concede?
No desperdicie su tiempo y vida, procure la excelencia de vida que ofrece la Palabra de Dios y aprenda a usarla para ser su obrero aprobado.
Reflexión: Dios les habla a quienes se ocupan de escuchar y escucha a los que se ocupan de orar.
Autor: Editores de Nuestro Pan Diario.
¿Por qué debemos estudiar la Biblia? 5 Razones sencillas1- Debemos estudiar la Biblia porque es la Palabra de Dios. (2 Ti. 3:16).
2- Debemos estudiar la Biblia porque es eficaz y actual para nuestras vidas. (He. 1:2, 4:12)
3- Debemos estudiar la Biblia para discernir los errores doctrinales de hoy (1 Ti. 4:1-6)
4- Debemos estudiar la Biblia porque ella nos equipa para servir a Dios (2 Ti. 3:17; Ef.6:17; He. 4:12).
5- Debemos estudiar la Biblia, para estar alertas ante las tentaciones y engaños del diablo (2 Co.11:3 - Ef. 6:11-17- 1 P. 5:7-8)
Alguien escribió: “La Biblia es un libro no sólo para leerse, es un libro para estudiarse a fin de poder ser aplicado a tu vida, de otra manera, es como tragarse un bocado de comida sin masticar y después escupirlo; sin aprovechar ningún valor nutricional. La Biblia es la Palabra de Dios; como tal, es tan necesaria como las leyes de la naturaleza. Tú puedes ignorarla, pero lo harás para tu propio mal, así como lo sería si ignoraras la ley de la gravedad. No llegamos a enfatizar suficientemente la importancia que tiene la Biblia en nuestras vidas. El estudiar la Biblia se compara al extraer oro de una mina. Si haces un pequeño esfuerzo, sólo encontrarás un poco de polvo de oro. Pero si realmente te esfuerzas en “excavar en ella”, tu recompensa será de acuerdo a tu gran esfuerzo”.
Estimado amigo/a:Un saludo especial para ti, deseo que Nuestro Amado Dios te guié y de su sabiduría para caminar junto a Él, mientras esperamos su venida. Recordando y procurando ser fieles en todo y servir con todo el corazón dando lo mejor de nuestras vidas para Su servicio y Gloria.
El internacionalmente aclamado violinista Midori cree que la práctica concentrada y diligente es la clave para una buena ejecución. Mientras cumplía un riguroso calendario de 90 conciertos por año, igualmente ensayaba 5 ó 6 horas por día. Jane Ammeson, periodista de una importante revista, citó estas palabras de Midori: «Tengo que practicar para mi trabajo y lo hago todos los días. En realidad, lo importante no es la cantidad de horas, sino la calidad del trabajo que hay que hacer.».
Este mismo principio se aplica a nuestro andar en la fe. Pablo le escribió a Timoteo: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad» (2 Timoteo 2:15). Diligencia implica un esfuerzo constante y serio, lo opuesto a un enfoque descuidado y desatento. Abarca todos los aspectos de nuestra relación con Dios.
Así como un músico procura la excelencia, nosotros también debemos desear aprender, estudiar las verdades de Dios para que ellas renueven nuestro entendimiento, cambien nuestro corazón y transformen nuestro ser. No tenemos que olvidar que aun poseemos la vieja naturaleza y por eso tenemos viejo corazón, mente y voluntad los cuales se rebelan a Dios. Debido a esto es que necesitamos la Palabra de Dios para que ella nos trasforme la manera de pensar, sentir y actuar.
También necesitamos la Escritura para ser sabios, tener mejores principios bíblicos, y para que ella apruebe las decisiones diarias que tomamos. Si logramos esto seremos mejores creyentes, maduros y cumpliremos la meta suprema del cristiano, ser parecidos a Cristo. Ahora le pregunto ¿Necesita usted cambios en su vida, en su carácter y en su manera de pensar? Seguro que sí, al igual que yo los necesito.
¿Está siendo diligente al estudiar, orar y escuchar al Señor diariamente? ¿Está aprovechando su tiempo, su juventud o las oportunidades que Dios le concede?
No desperdicie su tiempo y vida, procure la excelencia de vida que ofrece la Palabra de Dios y aprenda a usarla para ser su obrero aprobado.
Reflexión: Dios les habla a quienes se ocupan de escuchar y escucha a los que se ocupan de orar.
Autor: Editores de Nuestro Pan Diario.
¿Por qué debemos estudiar la Biblia? 5 Razones sencillas1- Debemos estudiar la Biblia porque es la Palabra de Dios. (2 Ti. 3:16).
2- Debemos estudiar la Biblia porque es eficaz y actual para nuestras vidas. (He. 1:2, 4:12)
3- Debemos estudiar la Biblia para discernir los errores doctrinales de hoy (1 Ti. 4:1-6)
4- Debemos estudiar la Biblia porque ella nos equipa para servir a Dios (2 Ti. 3:17; Ef.6:17; He. 4:12).
5- Debemos estudiar la Biblia, para estar alertas ante las tentaciones y engaños del diablo (2 Co.11:3 - Ef. 6:11-17- 1 P. 5:7-8)
Alguien escribió: “La Biblia es un libro no sólo para leerse, es un libro para estudiarse a fin de poder ser aplicado a tu vida, de otra manera, es como tragarse un bocado de comida sin masticar y después escupirlo; sin aprovechar ningún valor nutricional. La Biblia es la Palabra de Dios; como tal, es tan necesaria como las leyes de la naturaleza. Tú puedes ignorarla, pero lo harás para tu propio mal, así como lo sería si ignoraras la ley de la gravedad. No llegamos a enfatizar suficientemente la importancia que tiene la Biblia en nuestras vidas. El estudiar la Biblia se compara al extraer oro de una mina. Si haces un pequeño esfuerzo, sólo encontrarás un poco de polvo de oro. Pero si realmente te esfuerzas en “excavar en ella”, tu recompensa será de acuerdo a tu gran esfuerzo”.
Estimado amigo/a:Un saludo especial para ti, deseo que Nuestro Amado Dios te guié y de su sabiduría para caminar junto a Él, mientras esperamos su venida. Recordando y procurando ser fieles en todo y servir con todo el corazón dando lo mejor de nuestras vidas para Su servicio y Gloria.
SIETE BENEFICIOS QUE OBTENDRÁS AL LEER LA BIBLIA-SALMO 119
1. La Biblia te mantendrá alejado del pecado.
v11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.
2. La Biblia quitará tus cargas.
v28 Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra.
3. La Biblia guiará tus pasos.
v105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
4. La Biblia te traerá gozo.
v111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón.
5. La Biblia te guiará a la sabiduría.
v130 La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.
6. La Biblia te dará paz.
v165 Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.
7. La Biblia te traerá de vuelta a Dios.
v176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.
v11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.
2. La Biblia quitará tus cargas.
v28 Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra.
3. La Biblia guiará tus pasos.
v105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
4. La Biblia te traerá gozo.
v111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón.
5. La Biblia te guiará a la sabiduría.
v130 La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.
6. La Biblia te dará paz.
v165 Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.
7. La Biblia te traerá de vuelta a Dios.
v176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.
«ME DICEN QUE NO CREA EN [TODA] LA BIBLIA»
«Tengo doce años de edad.... Estoy estudiando la Biblia, pues me asusta esto del fin del mundo y creo que he conseguido algunas respuestas en la lectura de ésta. Pero parientes y amigos me dicen que no crea en todo lo que está escrito en la Biblia, pues a través del tiempo varias personas la han manipulado, le han quitado partes y le han puesto otras a criterio personal. Según ellos, ha perdido credibilidad con esto....
»No sé qué hacer. Espero que me ayuden y, con su respuesta, hacerles ver a mis amigos que la Biblia es la Palabra de Dios.»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimado amigo:
»... El tema de tu consulta es muy importante. Lamentablemente, en el breve espacio que tenemos, no podemos darte muchos detalles, pero sí podemos asegurarte que la Biblia es digna de confianza.
»Los libros de la Biblia fueron escritos originalmente en rollos de papiro, que es la clase de papel que había en los tiempos en que vivieron los autores. Nosotros creemos que Dios inspiró a esos autores de modo que escribieran las palabras que Él les ponía en la mente. Posteriormente, al igual que se hacía con otros libros, hombres llamados escribas copiaban a mano, con muchísimo cuidado, cada letra. Hicieron aquellas copias en diferentes siglos y en varios países, y hoy se encuentran partes de ellas en museos de algunas naciones del mundo.
»Los eruditos bíblicos se dedican a comparar las copias para ver si hay diferencias. Como tienen varias copias de cada libro, que se han encontrado en varios lugares y en diferentes siglos, pueden comprobar si hay algo que se ha cambiado, añadido o quitado. Si hay cincuenta copias, y cuarenta y cinco de ellas tienen una oración escrita exactamente igual, entonces los eruditos bíblicos dan por sentado que las otras cinco copias tienen errores y que la oración original es la que se encuentra en las cuarenta y cinco copias iguales.
»Como casi ninguno de nosotros habla los idiomas de la Biblia, que son el hebreo, el arameo y el griego, es necesario que se traduzcan los libros originales. Algunos traductores prefieren traducir esos libros de la Biblia del modo en que se escribe su lenguaje en la actualidad, mientras que otros prefieren traducirlos del modo en que se escribía su lenguaje hace algunas décadas o incluso hace siglos. A eso se debe que las librerías que venden libros de temas religiosos tengan tantas versiones de la Biblia. Una versión dice: “Cada uno cosecha lo que siembra”, mientras que otra dice: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”1 Pero ambas expresiones significan lo mismo. Y lo que importa es el sentido y no las palabras exactas que emplean los traductores en esas versiones.
»Cuando leas la Biblia, acuérdate de pedirle a Dios en oración que te ayude a entender el sentido que tienen las lecciones y las historias. Así aprenderás lo que Dios quiere decirte, y no importará tanto si tus amigos o familiares están de acuerdo contigo, porque sabrás tú mismo que Dios se ha comunicado contigo. Ellos no pueden comprender eso si no lo han experimentado por sí mismos.
»No sé qué hacer. Espero que me ayuden y, con su respuesta, hacerles ver a mis amigos que la Biblia es la Palabra de Dios.»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimado amigo:
»... El tema de tu consulta es muy importante. Lamentablemente, en el breve espacio que tenemos, no podemos darte muchos detalles, pero sí podemos asegurarte que la Biblia es digna de confianza.
»Los libros de la Biblia fueron escritos originalmente en rollos de papiro, que es la clase de papel que había en los tiempos en que vivieron los autores. Nosotros creemos que Dios inspiró a esos autores de modo que escribieran las palabras que Él les ponía en la mente. Posteriormente, al igual que se hacía con otros libros, hombres llamados escribas copiaban a mano, con muchísimo cuidado, cada letra. Hicieron aquellas copias en diferentes siglos y en varios países, y hoy se encuentran partes de ellas en museos de algunas naciones del mundo.
»Los eruditos bíblicos se dedican a comparar las copias para ver si hay diferencias. Como tienen varias copias de cada libro, que se han encontrado en varios lugares y en diferentes siglos, pueden comprobar si hay algo que se ha cambiado, añadido o quitado. Si hay cincuenta copias, y cuarenta y cinco de ellas tienen una oración escrita exactamente igual, entonces los eruditos bíblicos dan por sentado que las otras cinco copias tienen errores y que la oración original es la que se encuentra en las cuarenta y cinco copias iguales.
»Como casi ninguno de nosotros habla los idiomas de la Biblia, que son el hebreo, el arameo y el griego, es necesario que se traduzcan los libros originales. Algunos traductores prefieren traducir esos libros de la Biblia del modo en que se escribe su lenguaje en la actualidad, mientras que otros prefieren traducirlos del modo en que se escribía su lenguaje hace algunas décadas o incluso hace siglos. A eso se debe que las librerías que venden libros de temas religiosos tengan tantas versiones de la Biblia. Una versión dice: “Cada uno cosecha lo que siembra”, mientras que otra dice: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”1 Pero ambas expresiones significan lo mismo. Y lo que importa es el sentido y no las palabras exactas que emplean los traductores en esas versiones.
»Cuando leas la Biblia, acuérdate de pedirle a Dios en oración que te ayude a entender el sentido que tienen las lecciones y las historias. Así aprenderás lo que Dios quiere decirte, y no importará tanto si tus amigos o familiares están de acuerdo contigo, porque sabrás tú mismo que Dios se ha comunicado contigo. Ellos no pueden comprender eso si no lo han experimentado por sí mismos.
LA LECTURA DE LA BÍBLIA
«Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia.» (2 Timoteo 3:16)
La lectura bíblica es esencial para el crecimiento espiritual, ya que el Espíritu Santo nos instruye a través de la Biblia. Sin embargo, en vista de que la Biblia está compuesta de varios libros, es importante seguir un plan de lectura y estudio que nos permita no sólo leerla de principio a fin, sino hacerlo del modo más estimulante para nuestra vida en Cristo. En la actualidad hay varios planes de lectura bíblica que se han elaborado con el fin de ayudarnos a mantener un interés constante en la Biblia, sin aburrirnos ni cansarnos. Estos se encuentran en diferentes Biblias, especialmente en las Biblias de Estudio, y en algunos casos, publicados como folletos. Si usted no dispone de ninguno, tenga la bondad de hacérnoslo saber por escrito, y con gusto le enviaremos un plan de lectura que nosotros mismos hemos elaborado. De usarlo, podrá escoger entre leer el texto completo de la Biblia en un año, para lo cual tendría que disponer de bastante tiempo, o distribuir su lectura en dos o tres o más años si prefiere. Lo que importa es que lea cada día determinados pasajes de la Biblia hasta terminar de leerla, para luego volver a comenzar. Además de escoger un plan de estudio de la Biblia, tome en cuenta las siguientes consideraciones:
1. Aparte un tiempo apropiado para leer (cuando tenga menos interrupciones). Algunas personas separan la primera hora del día; otras separan tiempo al final del día. Lo importante es apartar un espacio de tiempo adecuado.
2. Escoja una versión de la Biblia que no le cueste trabajo entender.
3. Antes de comenzar, ore y pídale al Espíritu Santo su ayuda para comprender y aplicar a su vida lo que va a leer.
4. Haga el esfuerzo de memorizar pasajes enteros, especialmente los que se relacionan con la salvación.
5. Si está a su alcance, use otros recursos literarios y herramientas de estudio para aumentar su conocimiento.
La lectura bíblica es esencial para el crecimiento espiritual, ya que el Espíritu Santo nos instruye a través de la Biblia. Sin embargo, en vista de que la Biblia está compuesta de varios libros, es importante seguir un plan de lectura y estudio que nos permita no sólo leerla de principio a fin, sino hacerlo del modo más estimulante para nuestra vida en Cristo. En la actualidad hay varios planes de lectura bíblica que se han elaborado con el fin de ayudarnos a mantener un interés constante en la Biblia, sin aburrirnos ni cansarnos. Estos se encuentran en diferentes Biblias, especialmente en las Biblias de Estudio, y en algunos casos, publicados como folletos. Si usted no dispone de ninguno, tenga la bondad de hacérnoslo saber por escrito, y con gusto le enviaremos un plan de lectura que nosotros mismos hemos elaborado. De usarlo, podrá escoger entre leer el texto completo de la Biblia en un año, para lo cual tendría que disponer de bastante tiempo, o distribuir su lectura en dos o tres o más años si prefiere. Lo que importa es que lea cada día determinados pasajes de la Biblia hasta terminar de leerla, para luego volver a comenzar. Además de escoger un plan de estudio de la Biblia, tome en cuenta las siguientes consideraciones:
1. Aparte un tiempo apropiado para leer (cuando tenga menos interrupciones). Algunas personas separan la primera hora del día; otras separan tiempo al final del día. Lo importante es apartar un espacio de tiempo adecuado.
2. Escoja una versión de la Biblia que no le cueste trabajo entender.
3. Antes de comenzar, ore y pídale al Espíritu Santo su ayuda para comprender y aplicar a su vida lo que va a leer.
4. Haga el esfuerzo de memorizar pasajes enteros, especialmente los que se relacionan con la salvación.
5. Si está a su alcance, use otros recursos literarios y herramientas de estudio para aumentar su conocimiento.
EL LIBRO SAGRADO: LA PALABRA DE DIOS: LA BÍBLIA
LA BIBLIA
1. SIGNIFICADO: La Biblia quiere decir, libros del griego “biblios”
2. HISTORIA: El origen de la biblia comienza 1.500 años aproximadamente antes de Jesucristo cuando Job escribió su libro y llega hasta casi el año95 después de Jesucristo, cuando el apóstol Juan escribió el Apocalipsis. Este lapso es de 1.600 AÑOS.
3. El centro de la Biblia es Jesucristo, TODA la biblia es tipología de Jesucristo.
4. AUTOR: Toda la escritura es INSPIRADA por DIOS: 2 de Timoteo 3:16
5. ESCRITORES: La biblia tiene 40 Escritores.
6. IDIOMA DE LA BIBLIA: Los libros fueron escritos así; El Antiguo testamento en HEBREO, el nuevo testamento en GRIEGO.
*En los dos testamentos encontramos pequeñas porciones en ARAMEO.
7. LOS LIBROS DEL CANON SAGRADO Y LA ESTRUCTURA DE LA BIBLIA:
Se en tiende por “canon” la lista de libros sagrados o “canónicos”. La iglesia Católica ha agregado otros libros a su biblia que no pertenecen al canon sagrado y se llaman “apócrifos” o “deuterocanonicos. (1 Esdras, 2 Esdras, Tobías, Judit, Sabiduría de Salomón, Eclesiástico, Baruc, la Carta a Jeremías, Oración de Manasés, 1 Macabeos, 2 Macabeos, y adiciones a los libros bíblicos de Ester y Daniel) Sabemos que no pertenecen al canon sagrado básicamente por estas razones:
· No fueron usados por el Señor Jesucristo ni por los apóstoles, pues no se nombran ene el Nuevo Testamento.
· No se encuentran en la biblia que usan los judíos y las escrituras fueron dadas a los judíos.
· Estos libros fueron escritos en medio de los 400 años de silencio de Dios con Israel.
· Los Apócrifos contienen errores históricos.
· Los Apócrifos contienen doctrinas anti bíblicas.
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8. La Biblia cuenta con 1.189 capítulos; posee 31.103 versículos.
9. El libro más corto de la Biblia es 2 de Juan, pues solo tiene 1 capitulo y 13 versículos.
10. El capítulo más largo de la Biblia es Salmo 119 con 176 versículos.
11. El capítulo más corto en la Biblia es el Salmo 117 y solo posee 2 versículos.
12. El versículo más corto de la Biblia en Juan 11-35 y el versículo más largo Ester 8-9.
13. La Biblia fue el primer libro impreso en la historia en 1.454 d.C. por Johannes Gutenberg que inventó los tipos que luego se convirtieron en la imprenta.
14. La Santa Biblia se ha traducido a más de 2,018 idiomas, con traducciones parciales innumerables, y traducciones de audio (para los idiomas no escritos). (Ésta es una cantidad enorme de traducciones. En comparación, Shakespeare, considerado por muchos ser el escritor más promitente del idioma inglés, se ha traducido sólo en 50 idiomas.)
La Biblia todavía es el libro de mayor venta en el mundo. ¡Aleluya!
1. CANTIDAD DE LIBROS: La biblia tiene un total de 66 libros.
· ANTIGUÓ TESTAMENTO: Está conformado por 39 libros.
Contiene el trato de Dios con el hombre desde la creación hasta 400 años antes de Cristo.
LA PALABRA DE DIOS SIGNIFICA TODO PARA LOS CREYENTES:
2. Por las Profesias cumplidas.
“Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten” (Colosenses 1:17).
Hay críticos del cristianismo que dicen que Jesús en realidad no fue el Mesías. Que todo lo que hizo fue arreglar su vida para cumplir las profecías. ¡Y es cierto! Él lo hizo, solamenteque lo hizo siglos antes de nacer.Él coordinó nacer en Belén (Miqueas 5:2); ordenó su trasfondohumilde y la humillación que sufriría (lea Isaías 53:3); Él preparó el ser traicionado y vendido por treinta piezas de plata (vea Zacarías 11:12-13); Él arregló su crucifixión incluyendo que sus manos y sus pies serían perforados con clavos (Salmo 22:16); Él reguló el ser sepultado en la tumba de un hombre rico (Isaías 53:9). Jesús acordó que sería seguido por millones quienes, sin esperanza de ninguna ganancia material y a costa de sus propias vidas, emprendieron la tarea de convencer a otros acerca de Cristo. ¡Oh, sí, Éllo arreglótodo! ¡Gloria a Dios!.
Alabe a Dios que ha creado todas las cosas. Que ha arreglado todas las cosas, y que Él es la consumación de todas las cosas para su gloria.
3. He 1: 1- 2. Ya no hay profetas, porque nos habló por su Hijo.
1:1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
1:2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
1:3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
1:2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
1:3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
4. La Biblia sigue en existencia.
Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación” (1 Corintios 1:21).
La Palabra de Dios es, en primer lugar, indispensable para la salvación. Somos concebidos por ella. Primera Pedro 1:23 dice: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre.”En segundo lugar, la Palabra de Dios es indispensable para la santificación. Somos limpiados por ella. Primera Pedro 1:22 dice: “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido…” En tercer lugar, la Palabra de Dios es indispensable para el sustento. Somos nutridos por ella. “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a Mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en Mí cree, no tendrá sed jamás”(Juan 6:35). ¿Quiere usted crecer? Entonces es mejor que estudie, que se alimente de la Palabra de Dios.
Jeremias 36: 1-25.
36:1 Aconteció en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, que vino esta palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:
36:2 Toma un rollo de libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy.
36:3 Quizá oiga la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, y se arrepienta cada uno de su mal camino, y yo perdonaré su maldad y su pecado.
36:4 Y llamó Jeremías a Baruc hijo de Nerías, y escribió Baruc de boca de Jeremías, en un rollo de libro, todas las palabras que Jehová le había hablado.
36:5 Después mandó Jeremías a Baruc, diciendo: A mí se me ha prohibido entrar en la casa de Jehová.
36:6 Entra tú, pues, y lee de este rollo que escribiste de mi boca, las palabras de Jehová a los oídos del pueblo, en la casa de Jehová, el día del ayuno; y las leerás también a oídos de todos los de Judá que vienen de sus ciudades.
36:7 Quizá llegue la oración de ellos a la presencia de Jehová, y se vuelva cada uno de su mal camino; porque grande es el furor y la ira que ha expresado Jehová contra este pueblo.
36:8 Y Baruc hijo de Nerías hizo conforme a todas las cosas que le mandó Jeremías profeta, leyendo en el libro las palabras de Jehová en la casa de Jehová.
36:9 Y aconteció en el año quinto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, que promulgaron ayuno en la presencia de Jehová a todo el pueblo de Jerusalén y a todo el pueblo que venía de las ciudades de Judá a Jerusalén.
36:10 Y Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías en la casa de Jehová, en el aposento de Gemarías hijo de Safán escriba, en el atrio de arriba, a la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová, a oídos del pueblo.
36:11 Y Micaías hijo de Gemarías, hijo de Safán, habiendo oído del libro todas las palabras de Jehová,
36:12 descendió a la casa del rey, al aposento del secretario, y he aquí que todos los príncipes estaban allí sentados, esto es: Elisama secretario, Delaía hijo de Semaías, Elnatán hijo de Acbor, Gemarías hijo de Safán, Sedequías hijo de Ananías, y todos los príncipes.
36:13 Y les contó Micaías todas las palabras que había oído cuando Baruc leyó en el libro a oídos del pueblo.
36:14 Entonces enviaron todos los príncipes a Jehudí hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, para que dijese a Baruc: Toma el rollo en el que leíste a oídos del pueblo, y ven. Y Baruc hijo de Nerías tomó el rollo en su mano y vino a ellos.
36:15 Y le dijeron: Siéntate ahora, y léelo a nosotros. Y se lo leyó Baruc.
36:16 Cuando oyeron todas aquellas palabras, cada uno se volvió espantado a su compañero, y dijeron a Baruc: Sin duda contaremos al rey todas estas palabras.
36:17 Preguntaron luego a Baruc, diciendo: Cuéntanos ahora cómo escribiste de boca de Jeremías todas estas palabras.
36:18 Y Baruc les dijo: El me dictaba de su boca todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el libro.
36:19 Entonces dijeron los príncipes a Baruc: Ve y escóndete, tú y Jeremías, y nadie sepa dónde estáis.
36:20 Y entraron a donde estaba el rey, al atrio, habiendo depositado el rollo en el aposento de Elisama secretario; y contaron a oídos del rey todas estas palabras.
36:21 Y envió el rey a Jehudí a que tomase el rollo, el cual lo tomó del aposento de Elisama secretario, y leyó en él Jehudí a oídos del rey, y a oídos de todos los príncipes que junto al rey estaban.
36:22 Y el rey estaba en la casa de invierno en el mes noveno, y había un brasero ardiendo delante de él.
36:23 Cuando Jehudí había leído tres o cuatro planas, lo rasgó el rey con un cortaplumas de escriba, y lo echó en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió sobre el fuego que en el brasero había.
36:24 Y no tuvieron temor ni rasgaron sus vestidos el rey y todos sus siervos que oyeron todas estas palabras.
36:25 Y aunque Elnatán y Delaía y Gemarías rogaron al rey que no quemase aquel rollo, no los quiso oír.
36:2 Toma un rollo de libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy.
36:3 Quizá oiga la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, y se arrepienta cada uno de su mal camino, y yo perdonaré su maldad y su pecado.
36:4 Y llamó Jeremías a Baruc hijo de Nerías, y escribió Baruc de boca de Jeremías, en un rollo de libro, todas las palabras que Jehová le había hablado.
36:5 Después mandó Jeremías a Baruc, diciendo: A mí se me ha prohibido entrar en la casa de Jehová.
36:6 Entra tú, pues, y lee de este rollo que escribiste de mi boca, las palabras de Jehová a los oídos del pueblo, en la casa de Jehová, el día del ayuno; y las leerás también a oídos de todos los de Judá que vienen de sus ciudades.
36:7 Quizá llegue la oración de ellos a la presencia de Jehová, y se vuelva cada uno de su mal camino; porque grande es el furor y la ira que ha expresado Jehová contra este pueblo.
36:8 Y Baruc hijo de Nerías hizo conforme a todas las cosas que le mandó Jeremías profeta, leyendo en el libro las palabras de Jehová en la casa de Jehová.
36:9 Y aconteció en el año quinto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, que promulgaron ayuno en la presencia de Jehová a todo el pueblo de Jerusalén y a todo el pueblo que venía de las ciudades de Judá a Jerusalén.
36:10 Y Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías en la casa de Jehová, en el aposento de Gemarías hijo de Safán escriba, en el atrio de arriba, a la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová, a oídos del pueblo.
36:11 Y Micaías hijo de Gemarías, hijo de Safán, habiendo oído del libro todas las palabras de Jehová,
36:12 descendió a la casa del rey, al aposento del secretario, y he aquí que todos los príncipes estaban allí sentados, esto es: Elisama secretario, Delaía hijo de Semaías, Elnatán hijo de Acbor, Gemarías hijo de Safán, Sedequías hijo de Ananías, y todos los príncipes.
36:13 Y les contó Micaías todas las palabras que había oído cuando Baruc leyó en el libro a oídos del pueblo.
36:14 Entonces enviaron todos los príncipes a Jehudí hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, para que dijese a Baruc: Toma el rollo en el que leíste a oídos del pueblo, y ven. Y Baruc hijo de Nerías tomó el rollo en su mano y vino a ellos.
36:15 Y le dijeron: Siéntate ahora, y léelo a nosotros. Y se lo leyó Baruc.
36:16 Cuando oyeron todas aquellas palabras, cada uno se volvió espantado a su compañero, y dijeron a Baruc: Sin duda contaremos al rey todas estas palabras.
36:17 Preguntaron luego a Baruc, diciendo: Cuéntanos ahora cómo escribiste de boca de Jeremías todas estas palabras.
36:18 Y Baruc les dijo: El me dictaba de su boca todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el libro.
36:19 Entonces dijeron los príncipes a Baruc: Ve y escóndete, tú y Jeremías, y nadie sepa dónde estáis.
36:20 Y entraron a donde estaba el rey, al atrio, habiendo depositado el rollo en el aposento de Elisama secretario; y contaron a oídos del rey todas estas palabras.
36:21 Y envió el rey a Jehudí a que tomase el rollo, el cual lo tomó del aposento de Elisama secretario, y leyó en él Jehudí a oídos del rey, y a oídos de todos los príncipes que junto al rey estaban.
36:22 Y el rey estaba en la casa de invierno en el mes noveno, y había un brasero ardiendo delante de él.
36:23 Cuando Jehudí había leído tres o cuatro planas, lo rasgó el rey con un cortaplumas de escriba, y lo echó en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió sobre el fuego que en el brasero había.
36:24 Y no tuvieron temor ni rasgaron sus vestidos el rey y todos sus siervos que oyeron todas estas palabras.
36:25 Y aunque Elnatán y Delaía y Gemarías rogaron al rey que no quemase aquel rollo, no los quiso oír.
5. Los Manuscritos siguen hasta hoy. Voltaire trató de destruir los Libros Sagrados.
24:35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
¿Sabías que la Biblia es el libro más vendido de toda la historia? Ningún otro libro ni siquiera se le puede empezar a comparar. Ningún otro libro en la historia ha sido tan escudriñado y criticado. A través de los tiempos siempre han existido personas que han querido prohibirla y quemarla pero la Biblia no desaparece. ¿Por qué? La Biblia te guste o no es la infalible Palabra de Dios. Tiene sentido pensar que si Dios se tomó la molestia de escribir Su Palabra que la haya protegido a través de los tiempos.
La Biblia no simplemente contiene buenos consejos y sugerencias. No es simplemente un libro de historia ni tampoco una colección de pensamientos e ideas nobles. Es La Palabra de Dios. Lo triste de esto es que la mayoría de las personas la tienen en su librero en vez de en su corazón. Y qué trágico ya que la Biblia es el manual de la vida. Nos podríamos ahorrar una cantidad de problemas y dolores de cabeza si tan solo la leyéramos y aplicáramos sus principios a nuestras vidas.
Es en nuestro corazón donde la Biblia cobra sentido. De manera que la pregunta del millón es la siguiente: ¿Cómo llevamos la Biblia de nuestro librero a nuestro corazón? La mayoría de las personas creen que se requieren años de estudio y cientos de horas para verdaderamente comprender la Palabra de Dios. La realidad es que puedes invertir toda tu vida estudiando la Biblia y nunca comprenderla perfectamente. Por lo general - lo más esencial es bastante claro y directo.
Aquí te muestro como con tan solo 15 minutos al día puedes llevar la Biblia en tu corazón sin necesitar una maestría en teología.
Lo primero que debes hacer es seleccionar un párrafo. Cualquier párrafo está bien pero te recomiendo que mejor selecciones un libro o capítulo. Léelo cuidadosamente y busca respuestas prácticas a las siguientes cinco preguntas... (no todos los párrafos tendrán respuestas para estas cinco preguntas pero todos tendrán respuestas para algunas)
- ¿Hay algún pecado que confesar?
- ¿Hay un buen ejemplo a seguir?
- ¿Hay una actividad que evitar?
- ¿Hay un mandamiento que obedecer?
- ¿Hay una promesa que reclamar?
Una vez que obtengas las respuestas a esas preguntas has comprendido el punto principal del pasaje y el poder de las Escrituras cobrará sentido en tu corazón.
6. La evidencia de Vidas transformadas.
EL PUEBLO DE ISRAEL Y LA IGLESIA DE JESUCRISTO FUERON TRANSFORMADOS POR LA PALABRA.
"Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera". Éxodo 24:12
El Señor le dio a su pueblo la Palabra de Dios para que pudiera conocer su voluntad y obedecerla. Le dio también el diseño del tabernáculo en el Antiguo Testamento para que Él pudiera venir y morar entre ellos. Él no quiso permanecer distante. ¡Al contrario siempre quiere estar cerca de ti! Dios quiso hacerse accesible y estar al alcance de su pueblo.
Moisés es un hombre que se encontró con Dios. Aprendió que para ello era necesario la disciplina y preparación. Y te digo: Una cosa es saber qué hacer; otra muy diferente es hacerla ¿Cuántos de nosotros tomamos cursos en cuanto a la oración, pero rara vez oramos, o aprendemos las técnicas de la evangelización pero casi nunca compartimos nuestra fe? Así dejamos pasar el tiempo y perdemos oportunidades.
En Éxodo 24:12; 25:1-9, a través de Moisés somos confrontados con algunos recordatorios formidables de la Palabra de Dios. Nosotros como creyentes no necesitamos una nueva técnica creativa, pero sí en ciertos momentos necesitamos una buena sacudida. Necesitamos muchas veces la exhortación del Espíritu Santo, porque debemos reconocer que en muchos momentos somos flojos, lentos y aletargados cuando se trata de subir la montaña y encontrarse durante media hora con el Señor.
A pesar de nuestro pésimo historial y falta de disciplina, Dios desea hacer una obra en nosotros.
En este día deseo que el Señor te haga meditar, para recordarte que podemos llegar a ser hombres y mujeres de Dios más fuertes, con sólo mantener un tiempo de encuentro diario con Él.
A Dios no le importa en lo más mínimo el lugar que escojas, ni la cantidad de tiempo que dediques. Lo único que a Él le interesa es tu vida, tu disciplina diaria y tu corazón. Dios desea estar contigo cada día y desea que tú estés con Él, por medio de su Palabra.
Que gozo es escribirte y animarte con estas líneas. El Salmo 119:9 dice: "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra". Es realmente precioso ver como Dios no solo se ocupa en hacernos saber cómo Él quiere que el cristiano viva su vida, sino que Él nos provee divina y sabia instrucción para caminar cerca de él. ¡Él siempre va más allá y nos da una precisa instrucción sobre cómo lograrlo! Un estimado profesor enseñando sobre el Salmo 19 nos dice:
- La Palabra de Dios es “perfecta” (vs.7) está palabra hebrea podríamos traducirla como "completa, exhaustiva, suficiente".
- La Palabra de Dios puede "volver sabio al sencillo" (vs.7), es decir competente para enfrentar con prudencia y sabiduría los embates de la vida.
- La Palabra de Dios también "alumbra los ojos” (vs.8) y esto se refiere al hecho que la Palabra de Dios es pura, sin pecado, sin error, es clara, iluminadora. La Sagrada Escritura provee luz y entendimiento a aquella persona que desea vivir rectamente.
Realmente necesitamos las Escrituras día tras día, porque únicamente la Palabra de Dios es tan poderosa y comprehensiva que puede convertir o transformar a la persona completa y cambiar a alguien para que llegue a ser la persona que Dios quiere que sea.