“Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza”.
(Salmos 38:4).
LA
MISERICORDIA HAY QUE DEMOSTRARLA CON EL PERDÓN. AQUÍ HAY UN EJEMPLO QUE NOS
TRAE EL Dr. CARLOS REY.
«MI PADRE...
NO QUERÍA QUE YO NACIERA»
Por Carlos
Rey
En este
mensaje tratamos el caso de una mujer que «descargó su conciencia» en nuestro
sitio www.conciencia.net. Lo hizo de manera anónima, como pedimos que se haga;
así que, a pesar de que nunca se lo había contado a nadie, nos autorizó a que
la citáramos, como sigue:
«Soy una
mujer de treinta y dos años de edad. Desde mi niñez, tengo un odio en mi
corazón por el hombre que dice ser mi padre. Yo no lo conozco y nunca lo he
visto. Según lo que me contó mi madre, él no quería que yo naciera. Le pidió a
mi madre que me abortara porque él no se iba a hacer responsable de mí.
»La historia
ha sido muy dura para mi vida. Todo el tiempo he vivido trastornada con ese
sentimiento de dolor y odio. Siento que no puedo perdonarlo y, aunque yo sé que
no soy quien para denegar un perdón, no puedo olvidar que fui una hija negada
por él.»
Este es el
consejo que le dio mi esposa:
«Estimada
amiga:
»No sabemos
cuántos años tenían su madre ni su padre biológico cuando usted nació.... Es
probable que él era muy joven, y no tenía los medios para sustentar a una
familia. Por supuesto, no debió haber tenido relaciones sexuales con la mamá de
usted ni con ninguna otra mujer sin el compromiso serio que representa el
matrimonio....
»Las mujeres
y los hombres por lo general responden de manera diferente a los embarazos no
deseados. Es más probable que las mujeres se encariñen de inmediato con la
criatura que viene en camino, mientras que los hombres no tienen la experiencia
de sentir día tras día una criatura creciendo en el vientre. Por eso, es mucho
más fácil para los hombres evadir toda responsabilidad sin sentir nada....
»¿Acaso
pretendo justificar la conducta de su padre biológico? ¡De ninguna manera! Él
procedió mal al tener una relación íntima con la madre de usted, hizo mal al
pedir que ella abortara, y obró mal al abandonar a su mamá.... Pero eso ahora
no importa.
»Lo que sí
importa es la vida, los sentimientos y la felicidad suyos. Mientras usted siga
convencida de que es la víctima de lo que hizo su padre biológico, seguirá
siendo infeliz y trastornada. ¿Va a permitir que él arruine la vida que usted
lleva de adulta así como arruinó su niñez? ¿De veras está dispuesta a dejar que
la controle hasta ese extremo?
»El odio y
el no perdonar le hacen daño a usted y no a él. Esas emociones negativas tienen
la capacidad de hacer que usted se enferme físicamente. ¡No permita que él
vuelva a hacerle daño!
»En el
Sermón del Monte, Jesucristo dijo: “Si perdonan a otros sus ofensas, también
los perdonará a ustedes su Padre celestial.”1 Así que desahóguese contándole
sus penas a Dios en oración. Confiésele el dolor y el odio que siente. Pídale
que sane su corazón. Y dígale que usted está dispuesta a perdonar a su padre
biológico, y que desea que de la misma manera Él, como su Padre celestial, la
perdone a usted. Si no se siente mejor en seguida, hágalo de nuevo mañana, y
pasado mañana, y al día siguiente. Tarde o temprano comenzará a sentirse bien
por la decisión que ha tomado.»
Con eso
termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo, que
por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, se puede leer si se
pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el
Caso 291.
1 Mt 6:14
No hay comentarios:
Publicar un comentario